jueves, 19 de febrero de 2009

Organización de Coros Vocacionales (3a. parte y final)

1. Organización artística en general

En este artículo se tratará de cómo organizar el Coro como conjunto de cantantes y cómo organizar la primera presentación o concierto (lo cual servirá de base para organizar los sucesivos). Por otra parte, cómo organizar los ensayos, las técnicas referidas a la preparación de obras, técnicas vocales y gestualidad de la dirección coral, se tratarán en el Tutorial de Dirección Coral que se pondrá en este blog próximamente.

2. Organización del conjunto coral

Se había mencionado en la Segunda Parte que uno de los primeros pasos para la conformación del coro era el de reclutamiento. Este proceso requiere de haber determinado el tipo de coro a integrar, ya sea este de niños, femenino, masculino o mixto.

Como "coro" (en su mínima expresión) se puede lograr que el conjunto cante al unísono o al menos, en octavas paralelas; eso no atenta contra la naturaleza de "coro". Sin embargo, no es eso lo que se espera cuando alguien planea ir a escuchar un "coro", por cuanto, quiérase o no, se espera algo más que normalmente se denomina armonía. Y esta armonía no se refiere a la consonancia de personalidades y buenas relaciones, sino al efecto sonoro producido por la combinación de sonidos simultáneos, es decir, a "acordes". Por ello, la meta inicial de todo coro vocacional debe ser constituirse para cantar armonías y esto implica cantar a por lo menos 3 voces (que es la forma mínima de un acorde completo en la música estándar).

Estas tres voces, para clasificarlas muy sencillamente, se distribuyen en una voz alta, una media y una baja considerando las relaciones entre sí, según la frecuencia (si se quiere, medida en "hertzs").

Registro de coros de niños y femeninos amateurs registro de voces agudas

En los coros conformados por voces agudas (niños y femeninos) se ubican en un registro que se extiende desde el Sol 2 y el sol 4 (G2 y G4 según la notación inglesa) aunque para empezar, es usual que se elijan obras que no alcancen las notas más altas, conformándonos generalmente con un humilde Mi 4 (E4).

Registro de coros masculinos amateurs registro de voces graves

En los coros de voces graves (masculinos) el registro se extiende entre el Sol 1 y el sol 3 (G1 y G3) dado que no estamos considerando los registros sobreagudos de contratenores y sopranistas. De la misma manera, un coro que se inicia y no cuenta con voces medianamente entrenadas, no obligará a que se alcancen las notas superiores, conformándonos en este caso con un Mi 3 (E3), ni las profundidades tenebrosas de notas inferiores al Sol 1.

Estos límites de registros son aproximados y al sólo título de tratar con coros vocacionales que no necesariamente alcanzarán notas excepcionales más arriba o más abajo (con notas que son alcanzadas por cantantes profesionales o amateur particularmente dotados tal como se acaba de indicar).

Registro de coros mixtos amateurs registro de voces agudas

Por otra parte, cuando hablamos de un coro mixto, nos referimos al conjunto que abarca el completo registro de la voz humana (amateur), se decir, desde la nota más baja dada por un hombre a la más aguda dada por una mujer o un niño.

Demás puede estar el decir que es el coro mixto el que permite mejor sonoridad (más amplia y plena) y para el cual se han escrito a lo largo de la historia mayor cantidad de obras, lo que significa la posibilidad de un repertorio más amplio.

No obstante, grandes compositores han escrito para coros en sus versiones parciales, destacándose importantes motetes de Palestrina (p.ej. el "Hodie Christus natus est" para coro masculino) o la versión del "Ave María" de Mozart, para coro femenino o de niños. De todas formas, siempre existirá el recurso de elaborar arreglos corales adecuados de música folclórica, lo que enriquecerá el abanico de opciones.

Ahora bien; ¿cómo determinar la selección en el reclutamiento? Hay dos datos elementales que considerar: El primero es prestar atención a los límites. Cuando se hace una prueba a un futuro cantante, es necesario llevarlo paulatinamente hasta donde alcance, tanto hacia arriba como hacia abajo, cuidando de no provocar maltrato al aparato fonador. Cuando alguien alcance, por ejemplo, notas agudas es necesario determinar si sólo "llega" a ellas o por el contrario son notas sustanciales. La forma de determinar esta diferencia radica en que las "notas sustanciales" suenan con mucho mejor proyección, es decir, "corren" hasta el final de la sala o se pueden oir bien desde más lejos. Esto es común en cantantes masculinos, quienes por razones culturales y sociales tienden a utilizar notas más graves que bien le funcionan en el habla cotidiana, y en una prueba pueden ser capaces de dar un Sol 1... pero cuando uno se aleja 4 metros, el famoso sol se escucha apenas y lastimosamente.

De esta forma, se tiene un primer acercamiento a una posible configuración de voces, la cual deberá ser revisada con regularidad durante los primeros tiempos a fin de introducir los ajustes necesarios, es decir, cambiar a alguien de cuerda.

Coros de niños y femeninos.- Veamos ahora lo básico de este tipo de coros. Tomando en cuenta el registro que se indicó arriba, cabe organizar el coro de tres maneras distintas, como mínimo; unas mejores que otras, como suele suceder. La primera, es conformarlo a dos voces o cuerdas (aguda-Sopranos y grave-Contraltos); la segunda es conformarlo a 3 voces (aguda-Sopranos, media-Mezzosopranos y grave-Contraltos) y la tercera es hacerlo a 4 con duplicación de sopranos (lo más usual) o en su caso de alguna de las otras voces. De todas formas, lo importante será que cada cantante se ubique en su categoría a fin de facilitar el aprendizaje y ensayo de las obras, al concentrarse en la línea (pentagrama) que le corresponde. Así, y al sólo título de ejemplo, tendremos Sopranos I, Sopranos II, Mezzos y Altos; esquema básico que también sirve para el coro de niños con las particularidades que se anotarán en los artículos especializados sobre este tema.

Coros masculinos.- El proceso es igual para el coro masculino, sólo que en este caso nos encontraremos con cuerdas que se denominan Tenores, Barítonos y Bajos, de lo agudo a lo grave. En caso de configurarlo a 4 voces, podrá duplicarse usualmente la cuerda de Barítonos o la de Tenores, siendo más raro la duplicación de Bajos (salvo en obras polifónicas renacentistas y algunas modernas).

Coros mixtos.- Como se dijo, este tipo de coros es el que mayor abanico de opciones tiene habida cuenta de la amplitud de su registro. La configuración mínima usual es a 4 voces: Sopranos, Altos, Tenores y Bajos, con el agregado de que cada una de esas cuerdas se puede duplicar (Sopranos I y II, Altos I y II, y así sucesivamente) para llegar a tener 8 voces. En los coros vocacionales y amateurs que comienzan, no es necesario llegar a superar el esquema básico a 4, pero a medida que se crece y progresa, conviene aventurarse en obras a 5 o más voces y eso obliga a la duplicación de alguna cuerda. (La polifonía vocal renacentista ofrece obras hermosísimas y de gran riqueza sonora para grupos de 5 voces o más). Por lo pronto, entonces, nos conformaremos con la configuración tradicional a 4 voces, la cual permite una armonía plena pues en la mayoría de los casos los acordes están completos.


Los cuatro registros tradicionales del coro mixto
SopranosAltosTenoresBajos

Esta configuración de varias voces, cualquiera sea ella, ofrecerá desafíos a los Directores y Directoras que se inician (y más aún a los cantantes sin experiencia) que consisten en las situaciones que se plantean al intentar lograr la independencia sonora, es decir, cantar lo que corresponde sin que lo que cantan los otros les estorbe. Esto lleva a dos fenómenos que se analizarán en el Tutorial: La homofonía y el contrapunto.

Pues bien; hemos pasado el proceso de reclutamiento, hemos seleccionado nuestros cantantes y ubicado en sus respectivas cuerdas; es decir, hemos alistado la maquinaria. Ahora es tiempo de elegir la materia prima: El repertorio.

3. El repertorio

Para comenzar, se elegirá una sola obra, la cual tendrá más la finalidad de taller de aprendizaje que de producto de concierto. Sin embargo, como bastante trabajo dará lograr hacer bien la bendita obra, más vale elegir una que de paso, sea digna de ser interpretada en público. Esto significa que debe ser sencilla, didáctica y lo suficientemente digna.

Con la experiencia que se tenga en el montaje de esta obra inicial, se podrá medir cuánto es arriesgable para intentar obras de mayor complejidad y su respectivo grado. Cuando tenemos una serie de obras "montadas" (es decir, preparadas, aprendidas y ejecutables) entonces tenemos un repertorio.

Los repertorios deben cumplir una serie de reglas básicas que han sido usuales para conservar el buen gusto. La principal es la siguiente:

Elija obras que contribuyan a elevar el nivel cultural de su audiencia.

Teniendo una buena lista de obras dignas y ejecutables para el coro, la segunda regla básica es la siguiente:

Alterne obras rápidas con obras lentas (alegres con tristes) comenzando y finalizando con obras rápidas/alegres

En su coro puede Ud. elegir obras de distintos períodos históricos así como estilos o, por el contrario, especializarse en uno de ellos (p. ej. música de renacimiento o gospel) Si opta por incursionar en distintos períodos históricos, viene la tercera regla de oro:

Preséntelas por orden cronológico (de la más antigua a la más moderna) y separe la música seria (académica) de la folclórica y popular

No crea que con presentar y ejecutar las buenas obras está todo listo. Por el contrario, un coro (por más amateur que sea) debe ser un vehículo de arte y cultura,lo cual debe también ocupar su correcto lugar. Preste atención a los "valores agregados" y por lo tanto hay una tarea ineludible de todo buen Director o Directora de Coros: ¡Cultívese Ud. mismo! Con ello estará en posición de dedicar no más de 30 segundos antes de cada obra para que un Maestro de Ceremonias, Presentador o en último caso Ud. mismo (que no es lo más recomendable) pueda dar una breve reseña de la obra, el compositor, el período al que pertenece y algún dato de interés. Esta información será bienvenida por el público y servirá para conocer más y mejor sobre el arte y la cultura. La excepción al principio de que no le corresponde al Director presentar las obras (además del caso en que no hay nadie que se encargue de eso) es cuando se presentan conciertos de naturaleza popular, como por ejemplo, los navideños. En este caso, aproveche para hacer un buen contacto con el público (intente "echárselo en el bolsillo"), rompa el hielo y establezca una relación de mayor distensión.

Entienda que su nueva tarea de dirigir un coro le impone el deber de cultivarse conociendo de historia de la música, detalles de las obras, características de los estilos y formas musicales, etc. Esto será también de la mayor importancia al momento de preparar las obras a ejecutar pues le corresponde a Ud. instruir e iluminar al coro. Esto tiene un valor agregado más: Cuánto más culto y cuanto más conozca de las obras que tiene entre manos, mayor respeto le tendrán los integrantes del coro así como el público que comenzará a seguir a las presentaciones, no importa dónde se hagan; es decir, comienza la legión de "fans".

Por último, pero no menos, la regla final:

No canse a su público (¡ni a sus cantantes!). Elija variedad, elementos sorpresa, y que su repertorio no exceda de 40 a 45 minuntos de música efectiva (lo que le permitirá un concierto de no más de una hora de duración.

Recuerde que siempre es preferible que el público pida a gritos "otra" que el hecho de que a mitad del concierto la sala empiece a vaciarse.

Ya se había hablado sobre "observar el entorno"; pues bien, fíjese la clase de público al cual ofrece Ud. la presentación y tome en cuenta sus expectativas. Esto no significa rebajarse y "charralear" el concierto ni el coro.

Ud. tiene el mando y ese mando lo ejerce para que su comunidad crezca culturalmente y en última instancia, sean mejores personas.

Recuerde que la música fue considerada como algo mágico, que Orfeo encantaba las bestias salvajes con su lira y no un látigo, que las musas eran delicadas doncellas (no eran sátiros ni centauros), que todo estaba dirigido por Apolo (y no Marte o Vulcano) y que, al fin y al cabo, todo se reduce a un sola virtud: La Belleza.

Fin de esta serie de tres artículos.


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5 comentarios:

  1. me encantooo!!.. esta muy completo y entendible

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  2. Esta muy bueno esto, yo dirijo un coro en barrios marginados de mi ciudad, y es bastante dificil, porque todos cantan, personas mayores que varias de ellas no saben leer y son pocos los que realmente cantan y llevan al grupo. La verdad que es muy trabajoso pero se va llevando. Gracias por su aporte

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  3. muy valioso e interesnte,me gustaría saber con que temas u obras sencillas empezar.

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  4. Es interesante lo escrito aquí y para los que tenemos unos pobres conocimientos musicales y intentamos dirigir un coro nos ayuda a por lo menos saber que es lo que no debemos hacer, y sobretodo a estudiar muchísimo mas

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  5. Estimados colegas directores corales, Mi nombre es Alejandro Navarro, a través de este medio les invito a participar en una plática que estaré dando en vivo por youtube el próximo martes 21 de Febrero de 2017 que lleva por título "10 consejos para la dirección coral infantil" espero les sea de utilidad y sigamos compartiendo nuestros conocimientos aquí les dejo el link, Reciban un saludo desde Ciudad de México.
    https://www.youtube.com/watch?v=lq06r8-sD3A

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